Como montar un PC para juegos ¿Qué Hardware necesitas?

Averiguar todas las piezas necesarias para construir un PC para juegos puede parecer desalentador, pero no hay mucho que aprender. Y una vez que sepas qué componentes de hardware de PC para juegos son esenciales, construir un PC para juegos debería ser bastante sencillo.

Y lo que es más importante, construir uno tú mismo te saldrá más barato que comprar un PC para juegos prefabricado, y te permitirá personalizar tu configuración exactamente como la quieres. Además, aprenderás mucho sobre tu ordenador y sobre cómo mantenerlo y actualizarlo en el futuro.

Pero aprender los nombres de los diferentes componentes que necesitarás es sólo la mitad de la batalla, porque también debes entender qué hacen estos diferentes componentes y cómo interactúan entre sí. Aprender esto te ayudará a hacer la mejor elección de hardware y te hará confiar en que podrás manejar cualquier problema que tu ordenador pueda plantear en el futuro.

Piezas necesarias para construir un PC para juegos

Compatibilidad de las piezas del PC

Antes de empezar a hablar de las piezas necesarias para construir un PC para juegos, es importante tener en cuenta la compatibilidad. Muchos componentes sólo funcionan junto a ciertos tipos de otros componentes, así que si no compruebas la compatibilidad entre todos ellos podrías acabar construyendo un ordenador que no funcione.

Afortunadamente, hay formas de comprobar la compatibilidad entre las distintas piezas de tu PC para juegos. Puedes comprobar el sitio web del fabricante; por ejemplo, si sabes que quieres una CPU Intel Core i5-12600K, puedes comprobar la Productos compatibles en el sitio web de Intel y encuentra los nombres de los chipsets de placas base compatibles.

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Lista de componentes de PC para juegos

Aquí están los componentes esenciales para construir un PC para juegos:

  • Placa base
  • Unidad Central de Proceso (CPU)
  • Memoria de acceso aleatorio (RAM)
  • Unidad de disco duro (HDD) o unidad de estado sólido (SSD)
  • Tarjeta gráfica
  • Fuente de alimentación (PSU)
  • Caja
  • Monitor
  • Periféricos

La única vez que podrías omitir uno de estos componentes es cuando quieras construir un PC de juegos súper barato, en cuyo caso podrías optar por una CPU con gráficos integrados en lugar de comprar una tarjeta gráfica dedicada.

Placa base

La placa base es la tarjeta de circuitos a la que se conectan los demás componentes del PC de esta lista para que puedan comunicarse entre sí. Hay tres cosas principales que hay que comprobar en una placa base: su regulación de voltaje, su compatibilidad y sus capacidades de expansión.

La regulación del voltaje describe lo bien que la placa base suministra voltaje a todos los diferentes componentes conectados. Para descubrir lo buena que es la regulación de voltaje de una placa base en particular, debes consultar las reseñas y los puntos de referencia en Internet.

En cuanto a la compatibilidad, lo principal es comprobar si es compatible con la CPU que quieres utilizar. También debes comprobar que soporta la misma versión DDR que utiliza tu memoria RAM (DDR4, DDR5, etc.). También podrás elegir entre diferentes factores de forma de la placa base, siendo ATX el más común.

Por último, debes asegurarte de que la placa base tiene suficientes ranuras de expansión y almacenamiento correctas para los dispositivos que vayas a utilizar, y que estas ranuras de expansión utilizan el estándar que deseas (como NVMe para algunos SSD o PCIe 5.0 para algunas tarjetas de expansión). También debes pensar en cómo quieres conectarte a Internet: si necesitas WiFi y no viene integrado en la placa base, tendrás que comprar un adaptador.

Unidad Central de Proceso (CPU)

A menudo se llama a la CPU el “cerebro” del ordenador porque es la que procesa y computa todas las instrucciones que le da un programa. Puedes pensar en la CPU como el “ordenador” en sí mismo, y en todos los demás componentes como dispositivos en los que la CPU delega diferentes tareas para que sean eficaces.

La mayoría de las CPUs de gama media actuales, de cuatro o seis núcleos, son lo suficientemente buenas para jugar hoy en día; a menudo no necesitas una de las mejores CPUs para juegos. Pero si quieres utilizar aplicaciones que requieren más potencia, merece la pena optar por algo de gama alta.

Sólo recuerda asegurarte de que la CPU será compatible con tu placa base comprobando el sitio del fabricante o utilizando pcpartpicker.

También tendrás que comprar un refrigerador de CPU de terceros si la CPU no viene con el suyo, o si quieres uno mejor. Los refrigeradores líquidos AIO son una gran opción si puedes permitírtelos: los buenos son silenciosos y enfrían la CPU de forma muy eficiente.

Memoria de acceso aleatorio (RAM)

La RAM es como la memoria a corto plazo de tu ordenador, que alimenta a la CPU con instrucciones para procesar. También almacena los datos más importantes en los que la CPU tendrá que basarse temporalmente mientras ejecuta los programas.

Como la CPU depende de la RAM para alimentar sus instrucciones y datos, para que tu ordenador funcione lo más rápido posible necesitas una RAM que pueda alimentar a la CPU con esta información tan rápido como ésta pueda procesarla. Y necesita tener suficiente capacidad para almacenar tantos datos como pueda necesitar tu CPU.

Dos memorias RAM de 8 GB (16 GB en total) funcionando en doble canal en la placa base suelen ser más que suficientes para jugar hoy en día. La velocidad de la RAM (cuanto más alta, mejor) y los tiempos de latencia (cuanto más bajos, mejor) también deberían aumentar el rendimiento.

También debes asegurarte de que la RAM es compatible con tu placa base y tu CPU, comprobando si éstas admiten RAM DDR3, DDR4 o DDR5.

Más información sobre la RAM

Unidad de disco duro (HDD) o unidad de estado sólido (SSD)

Los discos duros y las unidades SSD son tipos de almacenamiento masivo y actúan como la memoria a largo plazo de tu ordenador. Los datos almacenados en ellos -sistema operativo, archivos, carpetas y programas- persisten después de apagar el sistema. Alimentan las instrucciones de los programas y los datos en la memoria RAM, que a su vez los entrega a tu CPU para que los procese.

Los discos duros son una buena opción si necesitas mucho almacenamiento barato, pero los SSD son mucho más rápidos que los HDD. Las SSD NVMe son las más rápidas del grupo y transfieren datos según la especificación NVMe (Non-Volatile Memory Express) en placas base compatibles. Tampoco son demasiado caros, lo que los convierte en la opción perfecta para una configuración de juegos.

Si te lo puedes permitir, un SSD NVMe de 1TB debería darte suficiente capacidad para almacenar muchos juegos y archivos, y también debería ser lo suficientemente rápido como para permitir el arranque rápido de Windows, el acceso y la transferencia de archivos, y la carga de juegos.

Sólo recuerda comprobar que tu placa base es compatible con los SSD NVMe, y asegúrate de que también es compatible con la generación PCIe indicada de tu SSD elegido.

Tarjeta gráfica

La tarjeta gráfica es la que se encarga de la renderización de los gráficos del juego, lo que hace mejor que la CPU porque tiene muchos “núcleos de sombreado” que trabajan en cálculos geométricos y de otro tipo para la renderización.

Aunque la CPU es el componente más importante de cualquier PC, una vez que tengas una CPU de gama media (o mejor), conseguir una de las mejores tarjetas gráficas debería darte el mayor aumento de rendimiento para los juegos.

La mejor manera de saber qué tarjeta gráfica elegir teniendo en cuenta tu presupuesto es consultar los comentarios en línea y las comparaciones de los puntos de referencia. También hay que tener en cuenta otras cosas, como que las tarjetas NVIDIA de las series 20 y 30 ofrecen la tecnología Ray Tracing acelerada por hardware.

Cualquier tarjeta gráfica debería funcionar en cualquier placa base que tenga una ranura PCIe para conectarla, así que la compatibilidad no suele ser un problema. Sin embargo, debes intentar utilizar una placa base moderna que pueda ofrecer algunas de las velocidades de transferencia PCIe más rápidas para la tarjeta gráfica, si la admite.

Por último, si quieres construir un sistema barato, puedes optar por una CPU que tenga una GPU integrada y renunciar a una tarjeta gráfica dedicada. Estos sistemas no ejecutarán los juegos tan bien como los que tienen gráficos dedicados, pero algunos de ellos podrán ejecutar juegos modernos a 1080p en ajustes bajos o medios a velocidades de fotogramas jugables.

Fuente de alimentación (PSU)

La fuente de alimentación es la que toma la corriente alterna de una toma de corriente y la convierte en corriente continua para que la utilice tu ordenador. A la hora de elegir una fuente de alimentación hay que tener en cuenta tres cosas principales: si es modular o no, cuál es su potencia y cuál es su índice de eficiencia.

Una fuente de alimentación modular es aquella que te permite conectar o desconectar los cables según sea necesario, lo que facilita la gestión de los mismos. Y aunque las fuentes de alimentación no modulares pueden ser ligeramente más eficientes en sus conversiones de energía, la diferencia suele ser muy pequeña.

Cada fuente de alimentación está clasificada para dar una determinada potencia máxima, y ésta debe ser más que suficiente para alimentar todos tus componentes. Para saber qué potencia de fuente de alimentación necesitas, debes sumar las potencias máximas de todos tus componentes y asegurarte de que la fuente de alimentación puede dar un poco más de potencia. En la mayoría de los sistemas, una fuente de alimentación de 750 W con una buena eficiencia debería ser suficiente.

El índice de eficiencia “80 PLUS” de una fuente de alimentación nos indica la eficacia con la que convierte la CA en CC. Cuanto más baja sea la clasificación, menos energía se convertirá de la toma de corriente para alimentar tu sistema, lo que puede significar que, por ejemplo, una fuente de alimentación de 750 W sólo proporcionará a tu sistema 650 W. Es preferible optar por una fuente de alimentación con calificación “Gold” o superior, ya que su eficiencia es del 90% o superior en todos los niveles de carga.

Caja PC

La caja del ordenador es lo que alberga todo el hardware anterior. Hay cajas de diferentes formas y tamaños, pero la mayoría de las veces querrás una torre completa o media para albergar una construcción ATX.

Además de comprobar que la caja puede albergar tu tipo de placa base, también debes considerar si el resto del hardware encaja. Por ejemplo, deberás comprobar si es lo suficientemente grande para que quepan tu tarjeta gráfica y el refrigerador de la CPU.

Otras consideraciones se reducen principalmente a la comodidad. Las carcasas de PC para juegos más caras suelen ofrecerte opciones más sencillas para gestionar tus cables y tendrán más espacio para añadir ventiladores adicionales a la carcasa. También es posible que tengan una cubierta para la fuente de alimentación para mantenerla separada del resto del sistema.

Monitor gaming

El monitor es la pantalla que muestra todo lo que tu ordenador le dice. De poco sirve tener un equipo de juego monstruoso si juegas en una pantalla antigua que no puede mostrarte lo que tu sistema es capaz de hacer.

El monitor que debes elegir depende de varias cosas, la más obvia es la potencia de tu PC. Si tu PC de juegos puede ejecutar juegos sin problemas a altas resoluciones, entonces podrías considerar un monitor con resolución 1440p o incluso 4K. Y si te gusta jugar de forma competitiva, podrías considerar un monitor con una alta tasa de refresco.

La mayoría de los jugadores con un sistema de gama media o alta probablemente querrán optar por un monitor de 27 pulgadas con una resolución de 1440p, o un monitor de 24 pulgadas con una resolución de 1080p y una alta frecuencia de actualización, dependiendo de si juegas de forma casual o competitiva. Sin embargo, esto depende mucho de tus propias necesidades de juego.

También deberías considerar la posibilidad de comprar un monitor G-Sync o FreeSync, porque esta tecnología es ahora relativamente barata y debería evitar el desgarro de la pantalla en los juegos con un mínimo impacto en el rendimiento.

Periféricos

Después de clasificar tus componentes principales, querrás conseguir algunos periféricos para poder utilizar tu nuevo ordenador. Esto significa, como mínimo, comprar un ratón, una alfombrilla, un teclado y unos auriculares o altavoces.

No hay reglas estrictas cuando se trata de elegir entre diferentes periféricos. Todo se reduce a tus propias necesidades de juego y a tu presupuesto. Para el juego competitivo, deberías dar prioridad al ratón y a la alfombrilla, pero para el juego casual quizá prefieras dar prioridad al equipo de audio, y si escribes mucho, podrías dar prioridad a un teclado mecánico de calidad.

Una vez que tengas tu sistema construido, el resto depende de ti: elige los periféricos que te llamen la atención, instala Windows y disfruta.

Araceli Molina

Editora jefe 6mejores.com. Mi misión es ayudarte a descubrir los mejores productos y servicios para una vida más fácil y productiva. Más de 15 años de experiencia en marketing digital y publicaciones online. Me apasiona el fitness, la tecnología, la naturaleza y los animales.

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